Lo ideal es que las emociones vengan a decirnos lo que necesitan y luego las dejemos marchar. Si las evitamos sin escucharlas, cada vez aprietan más y si nos aferramos a ellas no se van nunca. Así que quizás nuestra mejor opción sea tratarlas con el respeto que merecen.
Si tuvieras vigías vigilando tu reino ¿Les abrirías la puerta cuando vinieran a traerte noticias? ¿Los escucharías? ¿O les echarías para que no te molestaran?
Las emociones son tus vigías. Están para ayudarte, no para molestarte.
Dale al play y te explico con más detalle porqué deberías escucharlas.
Espero que hayan sido unos minutos nutritivos para ti y que hayas sacado ideas para ir reflexionando.
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¡Que tengas un día lleno de sabiduría!