Mantener tu foco durante el confinamiento

¿Qué nos pasa cuando la situación nos OBLIGA a parar?

Que AHORA es un gran momento para parar, entrar dentro de nosotros y escuchar. Dedicarnos este tiempo a estar adentro, a estar con nosotros. A conocernos más, a disfrutar con nosotros, a darnos lo que necesitamos. Es un buen momento para hacer un viaje hacia tu corazón, hacia ti maravillosa esencia.

Así que hoy quiero inspirarte para crear tu viaje interno, para que sea el mejor viaje para ti en estos momentos de tu vida. Es inspiración, coge lo que te sirva y deja pasar lo que no te suma en este momento. No es necesario que hagas NADA de todo lo que podrías hacer, no es necesario que aproveches, que produzcas ni que seas eficiente. Basta con que te escuches y te hagas caso (y en realidad ni eso, ¡pero te lo recomiendo!). Sea lo que sea que decidas hacer si te escuchas a TI será lo mejor para TI AHORA.

Puedes coger una libreta para que te acompañe estas semanas, para poder escribir lo que te gusta, te inspira, tus propósitos, agradecimientos … Y donde poder leer, siempre que necesites recordar, las cosas que son importantes para ti.

2 preguntas para mantener tu foco

Puedes empezar con 2 preguntas:

¿A qué quiero dedicar estas semanas de confinamiento?

Pregúntate para qué quieres que te sirva ¿donde quieres poner tu intención estos días? Quizás en conocerte, en cuidar tus relaciones, en amarte, en aprender a vivir tranquilamente, a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida …?

Elige una o dos cosas. Que te hagan ilusión, que realmente desees regalarte durante este tiempo. Y las escribes. Coge tu foco.

¿En qué podría resbalar?

Todos tendemos a resbalar en temas concretos, con emociones y comportamientos que aparecen de manera automática porque tenemos profundamente incorporados, que nos hacen daño y que a veces nos atrapan en una espiral de malestar.

¿Cuáles son tus áreas de resbalón?

Una de las mías es la apatía, que se disfraza de sueño dulce o de tristeza. Todos tenemos nuestras, quizás la tuya es la necesidad de estar disponible para todo el mundo (y dejar tus necesidades y deseos de lado), o la anestesia de hacer cosas sin parar. Pregúntate en qué o qué áreas resbalas de manera habitual.

Y cuando lo sepas busca maneras de salir. Busca cosas que te van bien para transformarlo y seguir en conexión con lo que sí que te hace bien. A mí, para la apatía, me está ayudando mucho hacer una rutina matinal para iniciar el día vibrando con ilusión.

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