Confinamiento: amplificador de emociones

¿Estos días te notas más irritable, triste, angustiado/a…? Quizás con pequeñas tonterías, cosas que en realidad no son tan importantes. ¿te enganchas con estas pequeñas cosas y las maximizas sin darte ni cuenta?

Si es así estás como estamos muchos. ¡Con las emociones en modo amplificador!

Y ¿qué puedes hacer con lo ellas?

En este video te hablaré básicamente de como:

  • Lidiar con la intensidad que aparece con las pequeñas cosas.
  • Aprovechar este momento de amplificador de emociones a tu favor.

¡Vamos allá!

Puedes verlo en el vídeo que te comparto aquí o seguir leyéndolo debajo.

Como lidiar con la intensidad que aparece con las pequeñas cosas

Por ejemplo: tu pareja no ha hecho una tarea que tu pensabas que debería hacer, el mensajero no encuentra tu casa (esta es la mía de hoy), el colegio de tus hijos no responde exactamente como tú crees que debería, alguien te habla con un tono que te suena impertinente…

Son estas pequeñas cosas del día a día que si te paras a reflexionar sobre ello te das cuenta que no son taaaaan importantes como para estar dándoles vueltas y vueltas. Y menos para que te provoquen tanto malestar y agobio a lo largo del día.

Pues de esto se trata, de que te des cuenta que no tienes porqué convertirlas en batallas. Que las puedes soltar, que no son tan importantes. Que tu energía es un bien muy preciado como para invertirlo ahí.

A la que te des cuenta paras y respiras. Y te preguntas ¿esto es importante para mí?

Si la respuesta es “no”: lo sueltas. Con una exhalación le dices adiós. Y si te vuelves a enganchar ahí lo vuelves a hacer, las veces que haga falta. Porque es verdad que los humanos tendemos a engancharnos y nos cuesta a veces dejar ir, pero tu ¡persiste!  Muchas veces convertimos en hábito el engancharnos con el malestar.

Y si la respuesta es “si” o te estás enganchando una y otra vez: entonces pasamos al siguiente tema del que quiero hablaros.

 Cómo aprovechar este momento de amplificador de emociones a tu favor

Si has llegado hasta aquí es que estás con tus emociones en modo amplificador ¿si?

Seguramente no lo estés pasando muy bien (a menos que estés en amplificación de las emociones cómodas, dulces y agradables).

Si estás con emociones que te dan malestar es incómodo, quizás muy incómodo. Quizás se te está haciendo terriblemente duro.

Así que como así es como estás aprovéchalo a tu favor.

Porque cuando una emoción o sensación se amplifica se hace mucho más clara. Es una emoción que ha estado latente durante un tiempo y a la que no has hecho caso, quizás ni te habías dado cuenta que estaba ahí o quizás no querías verla. Sea como sea ahora está, se ha puesto delante de ti y no hay manera de no sentirla.

Es un grito de ayuda que te estás haciendo a ti mismo/a.

Tus emociones no juegan en tu contra, ninguna parte de ti juega en tu contra (aunque a veces te haga daño y te lo pueda parecer). Así que como no tienes alternativa escucha y observa lo que sientes. Dale espacio. Atrévete.

Porque si lo haces todo este malestar te va a servir para crecer y sentirte mucho mejor contigo.

Si decides no hacerlo ni así, se alargará el malestar y volverá. Porque no puedes anularte a ti. No puedes simplemente obviar una parte de ti. Si te duele un dedo y haces ver que no existe ¿qué va a pasar? Pues con las emociones igual.

Así que escucha lo que sientes. Acepta lo que estas sintiendo y aprende de ello. Y te transformará.

Tienes frente a ti una oportunidad de oro para conocerte mejor, para entender lo que estás sintiendo. Es como si hubieras subido el volumen de una canción que antes casi no oías. Ahora puedes oír cada nota, cada palabra. Puedes entenderla mucho mejor. Y quizás a veces te de dolor de cabeza o te abrume, sí. Pero escúchate con amor y el volumen bajará. Porque ya no necesitará estar a todo volumen para que le hagas caso.

Ejemplo

Te voy a dar un ejemplo de algo que me ha pasado hoy ¿te parece?

Es una tontería con la que me he enganchado unos 15 minutos (¡15 minutos de mi vida!). Me tenían que traer un paquete y vivo en el campo, así que no hay dirección ni ubicación. El mensajero estaba muy nervioso y me ha enviado un audio diciéndome que hiciera el favor de enviarle la ubicación y no lo que yo le enviaba.

Y aquí mi rabia e indignación ha salido con fuerza. Y he empezado a darle vueltas en la cabeza, en como me ha tratado, en lo que me ha dicho, bla bla bla.

Cuando me he dado cuenta he parado la cabeza y he respirado. Primero he soltado el torbellino de emociones, ya no lo alimento más. No le tiro más leña al fuego, no lo avivo con más pensamientos de indignación.

Y luego me he preguntado: ¿qué es en realidad lo que estoy sintiendo?

La respuesta era tristeza, frustración y sobre todo me estaba sintiendo cuestionada. El mensajero estaba nervioso y yo lo estaba convirtiendo en un ataque hacia mi capacidad. En este caso mi capacidad de enviarle una ubicación, pero en realidad el miedo interno profundo es el de no ser suficientemente buena, no ser suficientemente capaz.

Si nos molestamos con alguien cuando nos pone en duda es porque hay duda en nosotros, sino te aseguro que no nos afecta. Y en todos nosotros hay dudas, porque por mucho que creamos en nosotros mismos somos humanos y tenemos miedos.

Y este miedo interno tiene que ver con otros aspectos de mi vida. Y son estos aspectos los importantes que vale la pena que atienda. Es esto que me remueve en lo profundo lo que necesito escuchar.

La emoción es la señal, es la que te avisa y te guía hacia donde debes mirar dentro de ti. Escúchala y aprenderás un montón sobre quién eres. Para poder seguir creciendo.

Y si quieres hacer este viaje interno de escucha de tus emociones te dejo aquí a continuación otro video en el que te guio en este camino.

Espero que estos minutos de reflexiones te hayan aportado claridad y que te ayude a lidiar con lo que estás sintiendo.

Si te ha gustado suscríbete a los e-mails para recibir reflexiones, ejercicios y propuestas que te acompañan y ayudan en tu camino hacia tu poder interior.

Quieres recibir más recursos en tu E-mail?

Suscribete aquí

¡Que tengas un día de autoescucha amorosa!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *